Desde la perspectiva económica de la Teoría de la Agencia, entendiendo que las motivaciones de los individuos ocasionan que los intereses de los accionistas y del director general de una organización no sean los mismos; de ahí la necesidad de contar con mecanismos de vigilancia que permitan a los accionistas evitar, en la medida de lo posible, tomas de decisiones en su perjuicio.